Hasta la modernidad, las líneas del horizonte se definían con claridad, pero la polución cultural oscureció el cielo, de modo que no distinguimos la premodernidad, la modernidad y la posmodernidad. En tal momento cultural, nos quedan dos caminos: ¿qué tal dejarnos llevar por las olas fluctuantes de los mares que se suceden dentro y fuera de nosotros?, ¿o asumir una posición crítica y lúcida, desentrañando los presupuestos, los intereses, los juegos sutiles que subyacen a los movimientos económicos, políticos, culturales y religiosos en curso?
El presente libro, aunque no trata del discernimiento de modo explícito, ofrece material que servirá para que los lectores se formen una mente y un corazón con cierta libertad de juicio. El autor se propone contribuir a alimentar la conciencia vigilante ante tanta perplejidad presente.