Con la traducción oficial que se usa en las celebraciones litúrgicas.
Jesucristo, el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nos ha mostrado el rostro del Padre y sus sentimientos de amor hacia todos los hombres y mujeres del mundo.
Por eso recibimos con especial gratitud y responsabilidad las palabras de Jesús: Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Con cuánta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón… Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes… porque estuve hambriento y me dieron de comer.
El mensaje del Evangelio conduce al amor, a la entrega, al sacrificio y al perdón, de modo que, si un pueblo recorre este camino, es un pueblo con esperanza de un futuro mejor. (Juan Pablo II).
Que las enseñanzas de Jesucristo encuentren mentes abiertas y corazones receptivos.
11X13 CM
127 P. P.